¿Cuál es la causa de la fibromialgia?
Nadie conoce la causa de la fibromialgia. Los investigadores especulan que hay muchos factores diversos que, por sí solos o en combinación con otros, pueden causar fibromialgia. Por ejemplo, factores tales como una enfermedad infecciosa, trauma físico o emocional, o cambios hormonales, pueden contribuir al dolor generalizado, fatiga y trastornos del sueño que caracterizan a esta dolencia.Los estudios sugieren que algunas personas con fibromialgia presentan niveles anómalos de varias de las sustancias químicas involucradas en la transmisión y amplificación de la sensación de dolor, tanto hacia el cerebro como desde éste. Se desconoce si tales anomalías son la causa o el resultado de la fibromialgia.¿Cómo se trata la fibromialgia?
Su médico puede personalizar su plan de tratamiento para que se adapte a sus necesidades individuales. Algunas personas que padecen de fibromialgia presentan síntomas leves y necesitan muy poco tratamiento una vez que comprenden la dolencia que padecen y lo que la empeora. Otras personas, sin embargo, necesitan de un programa de cuidado completo, incluyendo medicamentos, ejercicio y entrenamiento sobre técnicas para sobrellevar el dolor.
Entre las opciones para el tratamiento de la fibromialgia se incluyen:
medicamentos para disminuir el dolor y mejorar el sueño;
programas de ejercicios para estirar los músculos y mejorar la capacidad cardiovascular;
técnicas de relajación para aliviar la tensión muscular y la ansiedad;
programas educativos que le ayuden a comprender y a controlar la fibromialgia.
Medicamentos
Los medicamentos antiinflamatorios de esteroides que se utilizan para tratar muchas afecciones reumáticas, no son útiles para las personas con fibromialgia. Sin embargo, dosis moderadas de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como la aspirina o el ibuprofeno, o de analgésicos como el acetaminófeno o tramadol (Ultram), pueden aliviar parte del dolor.
Una subcategoría de los AINEs, llamada inhibidores de la COX-2, también puede proporcionar alivio del dolor, causando menos efectos secundarios sobre el estómago que los AINEs tradicionales. La mayoría de los médicos no suele recetar calmantes de tipo narcótico ni tranquilizantes, excepto en los casos más severos de fibromialgia.
Los medicamentos que facilitan el sueño profundo y relajan los músculos ayudan a descansar a muchas personas que sufren de fibromialgia. Los médicos también recetan medicamentos, conocidos comúnmente como antidepresivos, para tratar la fibromialgia. Estos fármacos funcionan elevando el nivel activo de serotonina en el cerebro. Los niveles bajos de serotonina no están vinculados únicamente con la depresión clínica, sino también con los trastornos del sueño asociados con la fibromialgia. En dosis más bajas que las recetadas para tratar la depresión profunda, los antidepresivos parecen aliviar el dolor en las personas con fibromialgia y de esta manera, aumentar las posibilidades de lograr una buena noche de descanso.
Hay dos clases principales de antidepresivos: tricíclicos, tales como la amitriptilina (Elavil) y la doxepina (Sinequan), e inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, o ISRS, tales como la fluoxetina (Prozac), la paroxetina (Paxil) y la sertralina (Zoloft). En ocasiones, también se receta un fármaco llamado ciclobenzaprina (Flexeril), clasificado como relajante muscular pero similar a los antidepresivos.
Aunque muchas personas duermen mejor y se sienten más cómodas al tomar antidepresivos, la mejoría observada varía ampliamente de una persona a otra. Estos medicamentos pueden tener efectos secundarios, tales como somnolencia diurna, estreñimiento, sequedad de la boca y aumento del apetito. Algunos ISRS pueden dificultar el sueño. Estos efectos secundarios raramente son severos, pero pueden resultar molestos. Algunos estudios han sugerido que al combinar los antidepresivos tricíclicos con ISRS, pueden aumentar los beneficios de cada fármaco, al tiempo que los efectos secundarios de ambos fármacos se anulan mutuamente.
La hierba de San Juan (St. John’s Wort), es un suplemento dietético que puede funcionar como los medicamentos antidepresivos, pero con menos efectos secundarios. La hierba de San Juan, que procede de la flor de una hierba del mismo nombre, se suele recetar en Europa. En los Estados Unidos, sin embargo, como los suplementos dietéticos no están regulados como los fármacos, se sabe poco sobre los efectos a largo plazo producidos por diversas marcas de la hierba de San Juan. Si usted decide probarla, consulte primero a su médico. No utilice la hierba de San Juan si está tomando otro antidepresivo.
Ejercicio y terapia física
Dos formas de tratar la fibromialgia son estirar y ejercitar los músculos tensos y doloridos, y aumentar la capacidad cardiovascular (aeróbica). Los estudios muestran que ciertos programas de ejercicio aeróbico proporcionan una sensación de bienestar, una mayor resistencia y una disminución del dolor, en aquellas personas que padecen de fibromialgia.
Usted puede sentir dudas en cuanto al ejercicio si ya se siente cansado y dolorido. Los ejercicios aeróbicos de bajo o ningún impacto, como caminar, montar bicicleta, ejercicios aeróbicos acuáticos o natación, suelen ser las mejores maneras de empezar un programa de este tipo. Haga ejercicio en días alternos, si es posible, e incremente de forma gradual su nivel de actividad, para alcanzar un mejor nivel de condición física.
Estire los músculos suavemente y mueva las articulaciones a diario a través del alcance apropiado para su estado, antes y después del ejercicio. Los terapeutas físicos pueden ayudarle a diseñar un programa específico de ejercicios para mejorar su postura, su flexibilidad y su condición física.
Técnicas para sobrellevar el dolor
Muchas personas pueden beneficiarse al aprender técnicas para sobrellevar y controlar el dolor. El aprendizaje de técnicas para controlar el dolor y la fatiga nerviosa a menudo requiere ayuda de profesionales de la salud. Las técnicas para sobrellevar el dolor incluyen el aprendizaje de técnicas de relajación muscular, meditación y técnicas de biorretroalimentación. Además, las técnicas para el control de la fatiga nerviosa, tales como alternar períodos de actividad con períodos de descanso y ejercicios de respiración, pueden ayudarle a controlar los sentimientos de ira, tristeza y pánico que pueden abrumar a aquéllos que viven con dolor y fatiga continuos.
Las investigaciones publicadas hasta la fecha en lo relacionado a técnicas para sobrellevar el dolor de la fibromialgia, sugieren que estas estrategias pueden tener un mejor resultado si se adaptan a las necesidades específicas de cada paciente.
Cómo controlar la fibromialgia
A menudo, las personas que padecen de fibromialgia se han sometido a muchas pruebas y han visitado a muchos especialistas en busca de una respuesta. Con frecuencia se les dice que puesto que su apariencia es buena y los resultados de las pruebas son normales, no sufren de ningún trastorno verdadero. Es posible que amigos y familiares, además de los médicos, duden de la veracidad de sus quejas, lo cual puede aumentar su sentimiento de aislamiento, culpabilidad y rabia.
Tanto usted como su familia deben comprender que la fibromialgia causa dolor y fatiga crónicos. Usted debe asumir un papel activo en el control de la fibromialgia, haciendo ejercicio con regularidad, educándose sobre su dolencia, y aprendiendo a implementar técnicas de relajación y de control de la fatiga nerviosa.
Afortunadamente, la fibromialgia no su pone una amenaza para la vida y no causa deformidad. Aunque la intensidad de los síntomas varía, el dolor en general no suele empeorar con el tiempo.
Sin embargo, algunas personas que sufren de fibromialgia tienen síntomas tan severos que no son capaces de desenvolverse bien, ni laboral ni socialmente. Dichos individuos pueden requerir de una mayor atención a través de un programa que utilice terapeutas físicos u ocupacionales, trabajadores sociales, enfermeras, profesionales de la salud mental, consejeros de rehabilitación y especialistas del sueño.
Fuentes:
Folleto de Arthritis Foundation |