Por su elevado con-tenido de proteínas, carbohidratos, ácido fólico y minerales, la quinua es muy nutritiva.
El 20 de febrero de 2013, se declara oficialmente el Año internacional de la quinua, un alimento ancestral que durante siglos se produce en nuestras tierras. Por fortuna, tradicionalmente le hemos otorgado a este grano la importancia que merece, por contribuir a la nutrición de nuestros habitantes. Por ejemplo, en el subsidio que otorga el Estado a las mujeres embarazadas, la quinua forma parte de este importante beneficio en muchas de sus variedades. El desayuno escolar es otro subsidio que tiene a la quinua como protagonista, gracias al cual los niños disfrutan diariamente de sus beneficios. También es reconfortante que los hoteles y varios restaurantes de renombre hayan incluido recetas elaboradas con este cereal, como una delicatessen típica de los Andes.
Actualmente la quinua es uno de los commodities más importantes del planeta, y gracias al empuje que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) le está dando, podrá ser comercializada a una mayor escala y con un mejor precio internacional. Con ello se espera mejores réditos económicos para el país, si aumentamos su exportación y equilibramos su producción. Sin embargo, es de esperar que, por este hecho, no pase de ser un alimento esencial en la dieta de los bolivianos a un lujo en nuestras mesas; como ya está pasando como por ejemplo con el pejerrey, un delicioso alimento de gran valor nutritivo pero cuyo acceso, por su elevado costo, está cada vez más restringido.La quinua tiene un gran valor nutricional, por su elevado contenido de carbohidratos, proteínas (entre el 12 y 18%) de todos los aminoácidos esenciales, grasas insaturadas (especialmente del tipo linoleico), vitaminas (C,E y complejo B), ácido fólico y minerales como el hierro, fósforo y calcio. Asimismo, este cereal, definido como el alimento de los pobres en un artículo publicado por el periódico inglés The Guardian, tiene un futuro impresionante. Ya se habla de los ingresos que el país podría recibir por su esperada creciente exportación, habida cuenta que este producto se está posicionando —cada vez con más fuerza— en la mesa de la clase media mundial, con una amplia variedad de formas de cocina. Incluso tengo entendido que se está elaborando cerveza, la bebida alcohólica europea más famosa del mundo, a base de quinua, con excelente aceptación por propios y extraños.
Con todo ello, no me queda más que apoyar y recomendar, como médico y boliviano, el consumo masivo de este rico elemento de la naturaleza, que se puede degustar como entrada, sopa, pastel e incluso como postre. Además, es ideal para la alimentación de los niños y niñas en la etapa de crecimiento y desarrollo.
La Razón / Luis Kushner 20 de febrero de 2013