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Etiquetas: Pablo Antelo



Quiero darte las gracias de nuevo por haber pensado en mi para este premio. Los invito a visitar el blog de Marina, que estoy segura les gustara y sera de mucha utilidad para conservarse saludables.
https://consejonutricion.wordpress.com






Para él, no hay nada más emocionante que las artes culinarias. Su cocina se convierte en un laboratorio experimental, donde nuevos sabores surgen a partir de diferentes combinaciones. El inventor de sabores.
La Razón (Edición Impresa) / Mitsuko Shimose
Para él, no hay nada más emocionante que las artes culinarias. Su cocina se convierte en un laboratorio experimental, donde nuevos sabores surgen a partir de diferentes combinaciones. El inventor de saboresIr al mercado y escoger productos frescos. Ir a la cocina: lavar, picar, pelar, cocinar, experimentar. Esta última palabra podría ser la que defina lo que hace Pablo Antelo, de 24 años. “Me gusta crear nuevos sabores. Mi labor es un poco experimental, pero con sentido”.
Estudió las artes culinarias en La Paz, su lugar de nacimiento, porque no imaginaba algo más emocionante. Además y como complemento, se formó al mismo tiempo en Turismo y Hotelería.
Desde el bar del restaurante donde trabaja, de host, conversa con los clientes sobre los productos que elabora y comparte experiencias dignas de probar.
“Es algo así como invitar a alguien a tu casa y tomar un par de tragos, picar algo y charlar”. Sus habilidades y su amor por la gastronomía atrajeron una oportunidad que le brindó la vida para seguir creciendo como profesional.
En 2013, en un bar de Sopocachi necesitaban salsas y algunos alimentos para picar y gracias al contacto que le hizo su amiga, comenzó a preparar productos exclusivos para el local. A los visitantes les gustaron los sabores y empezaron a pedir para llevar. Así nació la idea de envasarlos y de llamarlos e identificarlos bajo el nombre de Nativo, marca con la que tiene la completa libertad de experimentar en la cocina, que se vuelve su laboratorio gastronómico donde todos los sentidos se ponen al servicio de la comida: no solo es el gusto el que tiene que disfrutar, pues lo que se va a comer también entra por los ojos, como él bien dice.
“Me gusta probar siempre diferentes mezclas, aprovechar la temporada y lo que ésta trae. Supongo que la diferencia o lo particular de Nativo es que siempre cambia los sabores, según la temporada y el clima… se adapta a lo que haya”.
En cuanto a los productos que distinguen la marca, tienen chutney de mango (aunque solo a fin de año), berenjenas maceradas con una mezcla de ajíes y especias, cebollas en escabeche con chancaca y canela, pestos de quirquiña y huacataya, pasta de aceitunas con miel de caña y tomates deshidratados. A pesar de ser el autor de todas estas mezclas, también tiene gustos “normales”: caminar, tomar una taza de café, ver el cielo, que la lluvia lo moje y el sol lo seque.
Sus productos se ofrecen en Hallwright’s de Sopocachi, en la zona Sur en la tienda Zabon-Guarida y también se pueden hacer pedidos por Facebook.
http://la-razon.com/ediciones-anteriores/