Eugenio Melo estuvo al mando de la cocina en la tercera versión del Festival Gastronómico de Chile en La Paz. Tiene casi 20 años buscando un solo objetivo: que su comida sea rica.
Fotos Víctor Gutiérrez / Página Siete.. Eugenio Melo decoraba los platillos con los que, minutos después, subyugaría a los comensales del Festival Gastronómico organizado por ProChile.
Ivone Juárez / La Paz
Cuando a Eugenio Melo le confirmaron que venía a La Paz para comandar la cocina donde se prepararían los platillos mapuches que serían los protagonistas de la tercera versión del Festival Gastronómico de Chile, lo primero que pensó es que -junto a sus efectos personales- en su maleta debían caber todos los condimentos y especias que necesitaba para sazonar sus delicias. Pero alguien le dijo que no se ocupara de ese gran detalle, que en Bolivia iba a encontrar los mismos aderezos y con sabores más intensos. Así que, únicamente empacó merkén, un condimento de origen mapuche que sólo tiene su país.
«Es un ají enorme, que después de secarlo al sol se lo muele y se lo mezcla con semillas de cilantro y sal gruesa”, revela abiertamente el cocinero que nació en Chile en 1975 y ha sido reconocido con muchos premios internacionales.
«A mi entender, los condimentos chilenos son como la clave para darle sazón chilena a una preparación. Puedo tomar un cordero de Nueva Zelanda, pero con comino, orégano y ají de mi país puedo hacer una preparación de cordero con sabor chileno. Pero un amigo boliviano, que fue mi compañero de estudios, me dijo que no era necesario, que en Bolivia los condimentos tenían sabores más intensos, y me di cuenta de eso el primer día”, cuenta Melo.
Por eso, cuando ya en La Paz preparó unas sopaipillas chilenas y le echó la misma cantidad de canela que usa en su país, quedó sorprendido porque el sabor de la especia quedó muy intenso en la pieza de pastelería.
La experiencia le fue útil en las más de 10 horas que pasó en la cocina de un prestigioso hotel de La Paz, donde, junto a su sous chef (asistente) Sebastián Medina, comandó al menos a una docena de cocineros que prepararon siete platillos, con los que subyugaron a las decenas de asistentes al Festival Gastronómico de Chile.
Del castigo al glamour
Eugenio está casi 20 años en la cocina y ha notado que en el último lustro su profesión se valorizó y pasó de ser un castigo a un oficio de mucho glamour, porque un cocinero aparece en televisión, en internet, luciéndose.
«Antes, el polizón que era descubierto en un barco iba de castigo a la cocina, pero ahora mostramos el sacrificio que se vive en una cocina con mucha pasión, lo que se convierte en glamour”, dice.
Pero ese glamour «no alcanza para todo” -añade el chef-, porque la generalidad de los cocineros pasa el 90% de su tiempo en la cocina, sin fines de semana ni feriados, con un solo objetivo: que todo lo que cocina sea rico.
«Sobre todas las cosas, la comida debe ser rica. Nosotros disfrutamos con el placer que despertamos en el paladar de los demás”, dice.
Es que un cocinero que se precie de tal debe jugar con los sabores para provocar en sus comensales un recuerdo o una emoción que los transporte a un lugar o a un momento determinado.
Muchas veces, Eugenio deja por un momento el frenesí que se vive en su cocina, se para en la puerta y observa el estado de ánimo de sus comensales. Si ve el comedor lleno, ve a la gente brindando, comiendo sus platos, lo invade una profunda alegría, que justifica su gran vocación: provocar el placer en el paladar.
La cocina latinoamericana en el paladar del mundo
El chef Eugenio Melo está convencido de que la comida latinoamericana pasa por su mejor momento, y que éste debe ser aprovechado por todos los países para mostrar su cocina y posicionarla en el paladar del mundo.
«La gastronomía latinoamericana mueve el interés mundial por sus productos naturales y esa intención de volver a lo de antes, de recuperar las recetas antiguas. Es decir, saborear comida moderna pero con alimentos de los que se conoce el origen”, dice.
Señala que una muestra de ese boom es que cada vez más gente estudia gastronomía, y que en los países comenzaron a agruparse cocineros, dueños de restaurantes y hoteleros para impulsar eventos gastronómicos. Lo otro es el surgimiento de guías de restaurantes que comenzaron a difundirse por los medios y que premian a los mejores lugares para comer.




Quiero darte las gracias de nuevo por haber pensado en mi para este premio. Los invito a visitar el blog de Marina, que estoy segura les gustara y sera de mucha utilidad para conservarse saludables.
https://consejonutricion.wordpress.com





