Desde el punto de vista de la medicina oriental, el cuerpo está recorrido por meridianos que entran en acción –o se bloquean- a partir de zonas reflejas distribuidas en diversos puntos de cada órgano. A su vez, las zonas reflejas transmiten información a los 7 chakras, centros energéticos fundamentales de cada ser. Así, los mudras activan los puntos energéticos de las manos, siguiendo principalmente los siguientes parámetros basados en los elementos naturales:
Dedo pulgar: representa el fuego que se alimenta de las energías del cuerpo, o las destruye y quema. Su cometido es el equilibrio y su contacto es con la espiritualidad esencial.
Dedo índice: representa el aire, signo de la creatividad y el pensamiento, así como los estados de ánimo. Se conecta al cuarto chakra.
Dedo medio: está vinculado al éter y posibilita la armonía con el entorno desde lo espiritual. Se relaciona con el quinto chakra.
Dedo anular: se asocia a la tierra, a la conexión con la realidad y los problemas cotidianos. Su chakra es el primero.
Dedo meñique: su elemento es el agua y representa a los otros, a la interacción en comunidad. Asociado al segundo chakra, su función es armonizar y estimular la compasión, la comprensión y la solidaridad.Práctica de mudrasEquilibrio interno: Mudra Apan Vayu• El dedo índice queda en contacto con la palma de la mano, el meñique se extiende y el medio, anular y pulgar se tocan en las puntas. Conviene acompañarlo de respiraciones profundas.
En el plano físico estimula el buen funcionamiento del corazón. En el plano espiritual, brinda serenidad, equilibrio y confianza