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El chef estrella danés que quiere revolucionar la cocina boliviana

8 May

«La comida es un instrumento para mejorar la sociedad y las condiciones de vida», dice Meyer. (Foto de Christina Smedegaard Jensen)

Es uno de los chefs más prestigiosos, el restaurante que cofundó, el renombrado Noma de Copenhague, ha sido elegido en los últimos tres años como el mejor del mundo y es uno de los impulsores del movimiento de cocina nórdica. Ahora Claus Meyer se ha empeñado en llevar su revolución gastronómica a Bolivia.

La idea del chef danés es gestar un movimiento de cambio desde los fogones, que incluye un manifiesto de la cocina boliviana -aprobado el mes pasado-, la creación de una escuela de cocina para jóvenes desfavorecidos -que ya está dando sus primeros pasos- y la puesta en marcha de un restaurante de alta cocina, Gustu, que se inaugurará a principios del próximo año en La Paz.

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En un artículo reciente, el periódico estadounidense The New York Times comparaba su labor en Bolivia con la del Che Guevara, el último extranjero célebre que llegó a ese país con ganas de cambiar las cosas -y que murió en el intento-.

Meyer reconoce que para él Bolivia también puede ser el «mayor fracaso» de su carrera, pero quiere intentarlo y dice que se puede permitir gastar el tiempo y el dinero que requiere la iniciativa.

El conquistador conquistado

Meyer tenía claro que quería lanzarse a la conquista de Sudamérica por «su gran potencial culinario y la diversidad biológica» y porque tiene»muchos productos que son desconocidos para el mundo».

Y según su socio en Bolivia Michelangelo Cestari, el chef danés se enamoró del país por su diversidad de productos y cultural.

Meyer asegura que hay muchos productos del país que le sorprendieron como las frutas, la carne de llama, la variedad de hierbas, maíces y tubérculos que no conocía y la calidad de algunos productos como los tomates, los chiles, la quinua, el café, el cacao y la vainilla.

Además, también dice haberse fascinado por cómo se cocinan algunos platos como la calapurca, una sopa que se mantiene caliente con piedras volcánicas, o el cordero a la cruz que se cocina al lado -y no encima- de una fogata.

«Es una experiencia fantástica. Lo que he visto ha seducido mi gusto», le dice Meyer a BBC Mundo.

«He triunfado al ejecutar la mayoría de mis ideas en mi país de origen pero no tengo ninguna experiencia en Sudamérica y sé que hay muchísimas cosas que pueden salir mal. Aunque vengo con las mejores intenciones puedo ser malinterpretado o meterme en cualquier tipo de problema», reconoce Claus en conversación telefónica con BBC Mundo.

«Pero simplemente no veo motivos de por qué no emprender esta aventura y por qué lo que ha sucedido en Dinamarca o en el vecino Perú no podría suceder en Bolivia si trabajamos duro», afirma el copropietario del Noma al referirse a dos de las cocinas más exitosas a nivel mundial.

¿Por qué Bolivia?

Tras participar en la creación del movimiento de la cocina nórdica y cofundar Noma, Claus Meyer decidió que era hora de expandir su idea de la gastronomía a otros lugares y creó la fundación Melting Pot para mejorar la calidad de vida de los más desfavorecidos a través de la comida.

Esa fundación ha puesto en marcha una escuela de cocina en una cárcel de Copenhague que ayuda a los presos a reinsertarse en la sociedad y ahora ha elegido a Bolivia como el primer país extranjero para expandir su proyecto.

Para Meyer, el país reúne todos los factores para desarrollarlo: una gran diversidad biológica y de productos, un panorama gastronómico poco desarrollado y unas características sociales óptimas para poner en marcha la iniciativa por los niveles de pobreza y desempleo.

Por eso, pretende ayudar a «desplegar su potencial» a un país que «ha perdido todas las guerras en los últimos 150 años e incluso todos los partidos de fútbol», explica el chef al señalar que, si su proyecto triunfa, podría repercutir positivamente en el empleo, la educación, el turismo y las exportaciones de comida en el país.

Alta cocina en La Paz

El chef danés cree que la comida es un instrumento para mejorar la sociedad y las condiciones de vida, especialmente en los países pobres. Quizás por eso suele decir que le gusta estar rodeado de «misioneros» y no de «trabajadores ordinarios».

Uno de los que le acompañan en esta misión es el chef venezolano Michelangelo Cestari que tras varios años en algunos de los mejores restaurantes de Europa decidió aceptar este reto y liderar el proyecto sobre el terreno junto a una chef danesa.

Cestari atiende a BBC Mundo mientras trabaja en la puesta a punto del restaurante Gustu, que se inaugurará entre enero y febrero de 2013 en Calacoto, un barrio de la zona sur de La Paz que alberga a la clase alta de la ciudad.

«No es un restaurante tradicional boliviano. Es un restaurante que trabaja con productos 100% bolivianos. La idea es crear nuestro propio tipo de gastronomía respetando los productos», explica.

Por eso, Gustu ofrecerá desde pescados de los ríos amazónicos hasta llama y platos con hoja de coca y en su carta de bebidas no faltarán los vinos bolivianos hechos con uvas cultivadas a más de 3.000 metros de altura o el destilado típico boliviano, el singani.

El venezolano dice que Gustu apunta a ser un «finedining gourmet» a la altura de los restaurantes europeos con estrellas Michelin.

«Por supuesto no podemos ser tan arrogantes para creer que lo vamos a tener de un día a otro pero ahí es donde estamos apuntando. Es trabajo de hormiga, un trabajo de cada día», matiza.

Los menús del restaurante oscilarán de entre US$50 y US$60, un precio inalcanzable para la mayoría de los bolivianos pero que, según explica, es lo que se paga en los restaurantes de alta cocina de La Paz.

«Claus Meyer no está sacando ni un sólo dólar de esto. Todos los beneficios que tengamos se van a ir reinvirtiendo en el restaurante y en la Fundación Melting Pot», aclara Cestari.

De hecho, Gustu estará manejado por los chicos de la escuela de cocina de esa fundación, jóvenes de bajos recursos y la mayoría de origen indígena y a los que les pagarán «más de un salario mínimo» por estudiar allí.

Hacia un movimiento sudamericano

Para él, con este proyecto se puede «desarrollar una generación de cocineros bien preparados y que puedan ir compartiendo su experiencia».

Además, según explica Cestari, si el proyecto triunfa, la idea es montar una segunda escuela en la ciudad de El Alto, aledaña a La Paz y la más pobre del país.

Su deseo es que Bolivia pueda acercarse al nivel de los mejores restaurantes de la región: «No podemos competir con gente como (el peruano) Gastón Acurio o com D.O.M, de Alex Atala en Sao Paulo, pero si trabajamos juntos podemos crear un nuevo movimiento sudamericano».

Para llegar a ese nivel, Claus Mayer ha puesto en marcha esta revolución con la que pretende «redefinir la marca cocina boliviana».

«Por ejemplo, que una chica de 18 años piense en comer esta moderna cocina boliviana y no Kentucky Fried Chicken o McDonalds. Y que la gente en el mundo diga: wow, tenemos que ir allí algún día. Se trata de crear una marca que sea un sentimiento fuerte más allá de los conceptos», sostiene.

Lorena Arroyo

BBC Mundo

La pera “chola” brilla en la feria de productores de Sahapaqui

6 May

Alrededor de 150 familias de ese municipio paceño recibieron capacitación e insumos para procesar frutas deshidratadas.

La pera “chola” brilla  en la feria  de productores de Sahapaqui

Daniel Hinojosa / La Paz
La pera «chola” fue la  novedad presentada en la Expo Feria del Deshidratado y Transformado de Frutas de Valle, que se realizó en la plaza San Martín, ubicada en el barrio de Miraflores de La Paz.
La actividad forma parte del proyecto Fomento al Desarrollo Productivo Integral,  financiado por Pro Bolivia y ejecutado por la Fundación Planeta Verde.
«La Expo Feria tiene como objetivo dar a conocer y promocionar las frutas que los productores de Sapahaqui sembraron y cosecharon a través del proyecto de Fomento al Desarrollo Productivo Integral. Con ellos se trabajó aproximadamente un año dándoles capacitación e insumos”, explicó el director de la Fundación Planeta Verde, Ramiro Zeballos.
En el evento, los productores expusieron y vendieron frutas de esa zona: durazno, ciruelo, higo, manzana, pera «chola”, uva y tuna. Además de frutos deshidratados, mermeladas y jugos.
La productora de la Asociación Ayru Irana, Florencia Bohórquez, destacó a la pera «chola” como la principal novedad y el producto se agotó en pocas horas. Puntualizó que la fruta tiene  condiciones de calidad desde la siembra hasta la cosecha.
«La pera ‘chola’ es un injerto  traído de Argentina hace cinco años. Sus características son que es más dulce y más grande que la pera normal. La época de la pera ‘chola’ es en  febrero y marzo”, explicó.
La compradora Carola Quinteros, de 50 años de edad, destacó la iniciativa como positiva, debido a la  oportunidad  otorgada a  los productores para que surjan y difundan la fruta de Sapahaqui. Remarcó que es necesario que se potencie a productores de otros municipios del departamento de La Paz.
«La atención y el precio son muy buenos, porque en otros mercados  el trato no es el mejor y los precios son más elevados. En esta oportunidad, estoy comprando durazno y mermeladas”, dijo.
El director de Pro Bolivia, Óscar  Alcaraz, informó que 150 familias de productores de frutas recibieron capacitación, deshidratadores solares y la construcción de un centro de acopio en la comunidad de Achumani.
«El proyecto permitió mejorar las condiciones del deshidratado de la fruta,  ya que antes se lo hacía encima de paja o calaminas  y estaba expuesta a las inclemencias del tiempo y a disposición de insectos y otros animales, mientras que ahora  podrán comercializar sus productos con todos los estándares de calidad”, afirmó.
Alcaraz dijo que Pro Bolivia se encuentra trabajando para que los productores  ingresen a otros mercados, principalmente del municipio de La Paz.

El proyecto  en Sapahaqui
Costo El proyecto demandó un financiamiento total de 970.091 bolivianos; el 80% fue cubierto por Pro Bolivia  con recursos de la Unión Europea y el 20% restante por la contratante correspondiente.
Beneficiados El proyecto beneficia a 23 comunidades del municipio de Sapahaqui, que se considera mejorarán sus ingresos en al menos 20%.
Producción  El rendimiento promedio  por productor de durazno seco es de 6 a 8 quintales por año, de 4 quintales de pera y de dos quintales anuales de higo deshidratado.

http://www.paginasiete.bo/sociedad/2015/3/15/pera-chola-brilla-feria-productores-sahapaqui-50142.html

Curacion Cuantica por el Dr Deepak Chopra

4 May

Garnish, Mukimono, Tallado. Flores de Frutas

3 May

Estas técnicas son el arte de decorar o embellecer alimentos y/o bebidas, utilizando elementos comestibles; desde la más sencilla presentación hasta complejas decoraciones llenas de belleza y las personas relacionadas al mundo de la gastronomía sabe que la apariencia de la comida es tan importante como su sabor por eso les comparto estas fotos, que estoy segura los llenaran de de emoción y alegría.

https://www.facebook.com/LaBioguia?ref=stream

Gustu, el restaurante que puso a Bolivia en el mapa gastronómico

7 Abr

Por Gloria Carrasco, para CNN

La Paz (CNN Español) – ‘Gustu’, que en el idioma nativo quechua que significa «sabor», es un restaurante que no solo pone en la mesa nacional y mundial un sofisticado menú, sino también auténtico, con los conocimientos ancestrales de la cocina nacional y los frutos que brinda la madre tierra boliviana.

Si estás viendo esta nota en tu móvil, mira aquí la galería.

Ubicado en la ciudad de La Paz, es el resultado del sueño de un grupo de visionarios encabezado por el empresario danés Claus Meyer, que en colaboración con IBIS Dinamarca, estableció Melting Pot Bolivia en 2012, organización sin fines de lucro que propone un desarrollo social y económicamente sustentable en Bolivia a través de la comida, luego de una similar experiencia en Dinamarca.

Michelangelo Cestari, gerente general de ‘Gustu’, asegura que Bolivia, por su cultura, era un país interesante para este proyecto.

«Tratar de conseguir, a partir de la biodiversidad ecológica y cultural que ustedes tienen aquí en Bolivia, que es hermoso todo y nos facilita la idea de impulsar lo que es Gustu con la misma idea, el mismo concepto Noma en Copenhague…”, dijo a CNN en Español.

Lo importante, asegura Cestari, es unir el concepto gastronómico empresarial y la idea social de la educación de jóvenes de sectores vulnerables en la cocina y transmitir el concepto de cambiar el mundo a través de la comida. Así, buscan inspirar a toda una nueva generación dedicada a la gastronomía, las artes culinarias y las actividades de producción de alimentos: panaderos, pasteleros, sumilleres, baristas, gastrónomos, enólogos, cocineros y camareros, para que descubran el verdadero potencial de la cultura gastronómica boliviana convirtiéndose en un motor para el progreso socio-económico nacional.

La riqueza cultural y la biodiversidad de Bolivia fue determinante para desarrollar el proyecto ‘Gustu’ en este país, asegura Cestari.

«Cien por cien boliviano. No utilizamos absolutamente nada, no sé si seamos el único país del mundo que haga eso, no lo sé. Yo me sorprendí muchísimo por el desarrollo de los productos que existen acá. A nivel de bebidas por ejemplo, el área de singanis, vinos y cervezas es amplio… la variedad cultural también nos ayudan a generar diferentes propuestas gastronómicas», comentó.

Todo lo que rodea a ‘Gustu’, cada uno de sus rincones exquisitamente decorados con artesanía nacional y todos los ingredientes de sus sofisticados platillos, están impregnados de cultura boliviana. También del trabajo de los hombres y mujeres que producen sus ingredientes, en los valles, el altiplano y las selvas amazónicas de este país. Estos son transformados por las hábiles manos de sus chefs, que también comparten con los productores en su mesa.

Para ellos, como Cristina Yujra, productora de racacha, un tubérculo cultivado en los Yungas del departamento de La Paz , esta política empresarial de compartir conocimientos y experiencias con los chefs es increíble.

«Es una gran alegría saber que nuestro producto, que viene del campo, lleno de tierra y que llegue a la mesa para nosotros es algo increíble ¿no?», dice Yujira.

Compartir conocimientos con los productores hace de la comida de ‘Gustu’, algo muy particular, nos dice Marsia Taha, sous chef boliviana.

«La experiencia del contacto directo con el productor hace que muchas cosas cambien en mi cabeza, y ahora tengo mucho más respeto por los productos que consumo ya que este tiene un largo proceso de venir a nuestra mesa», sostiene.

Mauricio López, también sous chef boliviano, dice que esta experiencia hace volar su creatividad a la hora de proponer un nuevo menú.

«Hay mucha más investigación, hay que probar diferentes cosas, hay que aventurarse un poco y claro que le da un valor agregado mucho más grande a nuestros platillo», afirma.

Todo ello también impacta en los comensales que visitan ‘Gustu’, como Beatriz García, que dice que la comida motiva sus sentidos.

“Cada vez que vengo a este espacio es una experiencia diferente donde todos mis sentidos tienen oportunidad de explorar», dice.

‘Gustu’ destaca en sus platillos el valor de productos como la quínoa, la carne de llama, de lagarto, el palmito, el locoto y los ajíes, además de una variedad de tubérculos como la papalisa y la racacha, entre otros.

Pero detrás de cada platillo hay mucho más porque ‘Gustu’ apuesta por la educación y lleva adelante una serie de proyectos y programas de capacitación gratuita en gastronomía dirigidos a sectores vulnerables de jóvenes.

Estos proyectos y la interacción de los educadores con sus alumnos también ha impactado en la vida de quienes vinieron a Bolivia para llevar adelante este proyecto, como la danesa Kamilla Seidler, chef principal de ‘Gustu’.

«Para mí ha sido trascendental el afecto humano que recibí en este país y tener la oportunidad de enseñar lo que he aprendido y compartirlo con alguien que no tuvo las mismas oportunidades que yo tuve», señala Seidler.

José Luís Choque, que se forma en las escuelas de ‘Gustu’ en la ciudad de El Alto, la más poblada de Bolivia y donde para muchos como él es muy difícil acceder a una educación superior, está convencido de que es posible cambiar su vida y el mundo a través de la comida.

«Sí se puede realmente y eso es lo que aquí aprendemos. Si siembras la semillita en una persona eso replica a otra y eso va a otra y vas cambiando la mentalidad de comer de una persona y realmente puedes cambiar a través de la comida al mundo», asegura.

José Parra, estudiante, dice que ha aprendido a amar lo que su país produce y lo que hace. «Me he enamorado de todo, de los platos, de la comida, de lo que trata de hacer Melting Pot», agrega.

María Claudia Chura, estudiante graduada de la escuela ‘Gustu’ dice que sueña con abrir su propio restaurante. «En mi restaurante quiero buscar comidas sanas que les hagan bien a mis clientes», dice.

«Gustu’ es una manera distinta de hacer negocios con responsabilidad social y debemos ser un ejemplo para las grandes empresas», nos dice convencido Cestari.

«Y que grandes corporaciones puedan dirigir su manera de trabajar, su visión de trabajo en esto, consideramos que no necesitamos engordar económicamente tanto Considero que con una administración honesta, y con mucha moral de alguna manera, yo considero que podríamos generar otro tipo de negocios, yo creo que Sudamérica lo necesita», asevera.

En 2013 , ‘Gustu’ fue elegido como mejor restaurante nuevo de Sudamérica y mejor restaurante del Cono Sur por la revista digital especializada Como Sur, mediante una votación abierta que evaluó restaurantes, chefs, festivales y eventos gastronómicos destacados de Bolivia, Brasil, Argentina, Uruguay, Chile y Perú.

Seidler, que es la voz de mando de este ejército de jóvenes chefs que considera su familia en Bolivia, asegura que el trabajo realizado hasta ahora ha sido exitoso y muy gratificante.

«Si cerramos mañana y hemos hecho una diferencia en la vida de alguien, y lo hemos hecho definitivamente, y ellos mismos han hecho un cambio en sus vidas, puede acabarse mañana. Ya estamos felices», dice.

En 2014, ‘Gustu’ recibió el mayor reconocimiento a un restaurante con menos de dos años de antigüedad al entrar en la Lista de los 50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica que se dio a conocer el 3 de septiembre en Lima.

Tabla de Maridaje del Vino

12 Dic

http://www.notigourmet.digital58.com.ve/2012/01/como-maridar-con-vino_17.html

@esterucaa

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