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:: WebMaster :: por Gisela Campiglia – gisela10@uol.com.br Traducción de Teresa – teresa_0001@hotmail.com Ser sensitivo no es una cosa rara como muchos piensan, algunos prefieren usar la palabra médium y a otros les gusta denominar paranormales a tales personas. Pese a todo, el médium, aparte de poseer una sensibilidad aguzada, actúa como intermediario en la comunicación entre la dimensión espiritual y la material. Lo que diferencia a esos individuos es la profunda capacidad de percepción referente a la captación de energías. Una de las características comunes a ese tipo de personas es la dificultad para asistir a los trágicos noticieros vehiculados por la televisión, pues sienten los dolores del mundo con mayor intensidad, siendo invadidos por un verdadero tsunami psicoemocional. Frecuentar lugares atestados, como partidos de fútbol, centros comerciales y conciertos de rock puede ser muy desagradable, ya que la gran mezcolanza de energías les causa malestar. Comprar objetos usados en sitios como traperías y baratillos no es de su preferencia, pues sienten la energía del antiguo dueño. El desbarajuste en el hogar les molesta, pues causa sensación de peso y bloquea su energía que también queda en desorden. Muchos sensitivos no comen carne, no porque consideren desagradable su sabor, sino que esa preferencia se debe a la capacidad de sentir la energía de los alimentos, pues captan el sufrimiento del animal abatido que permanece impregnado en la carne. Pero los sensitivos no conviven únicamente con los aspectos negativos de su naturaleza. Esa sensibilidad tiene el poder de conducirlos por entre las falsedades del mundo hacia la verdad. Una ventaja inigualable es conseguir ver más allá de las apariencias ya a primera vista, es imposible mentirles. Identifican cuáles son las personas peligrosas, e igualmente las de buen corazón, seleccionando con calidad sus relaciones cercanas. Saben cosas que nunca les fueron dichas, ni tampoco estudiadas. Siempre que están en equilibrio, utilizan intuitivamente su capacidad optando por las mejores decisiones de vida. Perciben con facilidad la presencia de su ángel de la guarda y las vibraciones divinas, absorbiéndolas intensamente. Bien utilizado, ese don funciona como un verdadero guía de vida, una protección constante. La personalidad del sensitivo encamina sus captaciones energéticas; ciertas personas que tienen por costumbre entrometerse en la vida ajena, o sea, personas que viven la mayor parte del tiempo interesadas en lo que está fuera de ellas, suelen funcionar como esponjas energéticas. Lo mismo ocurre con personas que viven centradas en sí, pero no saben decir no a los demás. La falta de práctica en fijar límites permite la constante invasión ajena en su vida; esa característica de su personalidad se refleja en que son fácilmente invadidas por interferencias energéticas externas.
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Quiero darte las gracias de nuevo por haber pensado en mi para este premio. Los invito a visitar el blog de Marina, que estoy segura les gustara y sera de mucha utilidad para conservarse saludables.
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