Seguimos con otro capítulo de nuestra nueva sección de consejos nutricionales, que espero os resulten de utilidad. En este caso vamos a hablar de un tótem de la cocina española y mediterránea, el aceite de oliva virgen extra, una joya líquida que cada día se está apreciando más incluso fuera de nuestras fronteras.
El aceite de oliva en la dieta mediterránea
La dieta mediterránea, como su nombre indica, es la dieta que siguen los países limítrofes del Mediterráneo, y tiene su origen en la cultura del olivo, el trigo y la vid, extendida por la cuenca mediterránea por fenicios y romanos en su expansión. Es, por tanto, una dieta milenaria basada en el aceite de oliva, el vino y el pan.
Además, esta dieta se puso de moda hace unos años gracias al “Estudio de los Siete Países”, en el que se estudiaron las tasas de mortalidad por enfermedad cardiovascular y la esperanza de vida de varios países. En este estudio se comprobó que la mayor esperanza de vida y las menores tasas de infartos se dan en los países mediterráneos estudiados. Por tanto, la podemos considerar una de las dietas más saludables.
El aceite de oliva es el mayor distintivo de esta dieta, en detrimento de grasas de origen animal, que se consumen de forma ocasional. El consumo de carne es escaso, pero variado. Carnes de caza, cabra, cordero y cerdo, así como aves de corral y conejo, consumidos ocasionalmente. Los huevos y el queso se consumen de forma ocasional. En zonas costeras además se destaca la abundancia de pescado azul.
El mayor peso de esta dieta está en el pan, cereales, frutas y hortalizas abundantes, sin olvidar las legumbres, pastas, arroz y vino. El consumo de bollería y azucares refinados es ocasional. Como vemos cumple casi de forma exacta la llamada pirámide nutricional.
Desafortunadamente, nuevas modas y hábitos de alimentación están haciendo perder esta dieta tan sana, sobre todo con el mayor consumo de grasas de origen animal y de bollería y grasas refinadas, que ya está produciendo problemas de obesidad infantil y de aumento de problemas cardiovasculares.
Ventajas para la salud del aceite de oliva virgen extra
Una de las formas de recuperar nuestra dieta mediterránea es recuperar el aceite de oliva como principal grasa, tanto para alimentos en crudo como el guisos y frituras.
Siempre que podamos, debemos usar aceite de oliva virgen extra, un producto natural, puro zumo de olivas, un alimento rico en vitamina E, beta-carotenos y un tipo de grasa vegetal (monoinsaturada) que le confieren propiedades cardioprotectoras.
La dieta basada en aceite de oliva favorece el descenso del colesterol, facilitando el control de la glucosa y de la tensión arterial. Pero además se ha demostrado que tiene un potente efecto antioxidante natural, junto con propiedades antiinflamatorias. Y esto es solo el principio, nuevos estudios están en marcha sobre sus propiedades anticancerígenas, entre otros.
¿Qué cantidad es la recomendada?
Los nutricionistas recomiendan consumir una proporción adecuada de 50 mililitros al día de aceite de oliva virgen extra, por sus calidades antioxidantes.
Además, el aceite deberá ser de mucha calidad, preferiblemente aceite de oliva virgen extra, y se debe consumir durante toda la vida, no durante poco espacio de tiempo, porque no tiene efectos inmediatos, sino por su consumo continuado.